El causante de dicha desgracia tiene nombre y apellidos: 4581 Asclepius. Se trata de un asteroide de 300 de la clase Apolo, es decir, asteroides cuya órbita atraviesa en determinados momentos la de nuestro planeta.
La potencia del impacto de este asteroide de haber golpeado la tierra hubiera sido como una bomba atómica de 600 megatones. Otra victoria para los que afirman que solo el desconocimiento da la felicidad.
Dicen que los asteroides dificilmente se pueden descubrir hasta que estan muy cerca, porque al no emitir luz, su presencia es casi imperceptible para los investigadores. Asi que... mejor vivir cada dia como si fuera el ultimo... porque nunca se sabe lo que puede pasar... ni desde donde puede llegarnos la sorpresa!!!
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